Existen tres trastornos prostáticos comunes: la prostatitis que es una inflamación de la glándula que afecta fundamentalmente a los hombre jóvenes (habitualmente su etiología es infecciosa), la hiperplasia prostática benigna que es un aumento del tamaño de la glándula y aparece, sobre todo, en varones de edad avanzada (la próstata está hinchada y tiende a impedir el vaciamiento de la vejiga, lo que general la necesidad de orinar con frecuencia) y por último, el cáncer de próstata (suele afectar a los varones de edad avanzada y, a menudo, resulta difícil de diagnosticar en las fases iniciales).
Las anomalías de la próstata se manifiestan básicamente, a través del dolor o la dificultad al orinar o a la hora de realizar actividades sexuales. El factor desencadenante para la mayoría de los problemas de la próstata, parece ser la acumulación excesiva en el tejido prostático de un potente derivado del metabolismo de la testosterona, conocido como dihidrotestosterona (DHT). La DHT producirá un aumento en el crecimiento en los tejidos de la glándula prostática lo que redundará en la obstrucción de la uretra que pasa a través de ella. Las deficiencias en ciertos nutrientes, así como ciertas tendencias genéticas, aumentan la susceptibilidad a la acumulación de la DHT.
Desde CMI – Clínica Medicina Integrativa abordamos las patologías prostáticas a través de un tratamiento global del paciente. Por ejemplo, es esencial un programa nutricional adecuado en los cuales se evite la ingesta de alcohol, de cafeína, carnes rojas, azúcares refinados, alimentos frito y tabaco. Una dieta anti- inflamatoria junto con una terapia ortomolecular personalizada es una de las bases del tratamiento. Todos los nutrientes que intervienen en la producción de prostagldinas, sobre todo los precursores de ácidos grasos esenciales y el zinc, son factores importantes para la salud de la próstata. Una suplementación ortomolecular con potentes antioxidantes como el licopeno o el selenio orgánico, así como una regulación hormonal adecuada como la que efectúa el Zinc, acompañada de fitoterapia, son esenciales para la prevención y el tratamiento de los problemas prostáticos.