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4 octubre, 2022Détox: ¿hablamos de dieta o de alimentación?
Tradicionalmente, se ha entendido la dieta “détox” como una ayuda al organismo para su desintoxicación o limpieza. Aunque, también se ha utilizado con otros fines como compensar los excesos alimenticios o para obtener rápidas pérdidas de peso. Es frecuente que las dietas “détox” se focalicen en la sustitución de la alimentación habitual por otros tipos de alimentos ricos en nutrientes como el agua, la fibra y los antioxidantes, normalmente en preparado líquido. También pueden incluirse diferentes tipos de ayunos. No obstante, desde el punto de vista nutricional, no se trata de entender la realización de una dieta “détox” como si fuera una dieta milagro o realizarla de una forma aislada, compensatoria o puntual. Lo ideal sería entender la dieta “détox” como una herramienta que nos ayudara al regreso o instauración de una alimentación saludable y mantenida en el tiempo. Además, sería interesante ampliar el concepto de dieta “détox” como una manera de alimentación no puntual, sino incluso habitual, que de forma natural ayudara al cuerpo a eliminar toxinas o deshechos acumulados en el día a día o durante una época de malos hábitos.
Si buscásemos las claves de una dieta depurativa deberíamos centrarnos en el consumo de alimentos frescos, de calidad y de proximidad.
Los alimentos que deberíamos incluir serían:
1) Frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales, y con diversidad de propiedades beneficiosas para el organismo: digestivas, hidratantes, favorecedoras de la producción y asimilación de grasas o productoras de sudoración. Si es posible que sean de cultivo ecológico.
2) Proteínas de calidad sin procesar.
3) Cereales originales, de grano integral.
4) Grasas de calidad.
5) Una correcta hidratación adaptada en función de nuestra actividad física.
Los alimentos que deberíamos evitar son los azúcares y la bollería industrial, productos realizados con harinas refinadas, las carnes y las grasas modificadas de mala calidad, el alcohol, el tabaco, las bebidas carbonatadas o excitantes, y en general todo producto procesado e industrializado.
¡Vaya! Después de este repaso nutricional, va a resultar que la dieta détox también consiste en seguir una alimentación saludable. Pues sí, en su esencia, así es. Una dieta depurativa puede ser parte de una alimentación diaria equilibrada.
Por supuesto, hay diferentes formas y variantes de realizar una dieta específica “détox” y siempre es aconsejable consultar con un dietista-nutricionista actualizado para que nos asesore. De hecho, la proporción, la forma de preparación y el consumo de un determinado alimento indiscriminadamente puede afectar negativamente a la salud, a posteriori. Se puede poner de ejemplo el ayuno, tan de moda últimamente. El ayuno es una valiosa herramienta terapéutica, aunque se debe conocer cómo realizarlo correctamente.
En nuestro día a día, se deben evitar los excesos y apostar por una ingesta equilibrada y libre de tóxicos. Así como privilegiar una alimentación que incluya diversidad de nutrientes y que ayude a los principales órganos encargados de la detoxificación natural del organismo (hígado, riñones, piel y sistema digestivo).
Por otro lado, la hidratación es siempre fundamental, tanto para el correcto funcionamiento del organismo como para la eliminación de toxinas. El agua mineral o filtrada es el líquido de elección. También se pueden tomar infusiones de hierbas que ayuden al drenaje de toxinas o eviten la retención de líquidos. No obstante, las plantas medicinales que se toman en infusiones tienen efectos terapéuticos y deben ser utilizadas con moderación, ya que pueden llegar a ocasionar efectos secundarios no deseados. Incluso, para personas con patologías o polimedicadas podrían no ser adecuadas.
El verano es un momento maravilloso para mimarse, disfrutar, cuidar aún más nuestro cuerpo si es posible. No obstante, a veces vemos su llegada como si representara un tsunami a nuestra pseudo-controlada rutina. ¿Y ahora qué hago, si me voy de vacaciones? Quizá el quid de la cuestión sea replantearnos dónde está la virtud que aporta el bienestar que cada uno anhelamos. Aristóteles nos legó la frase de “la virtud está en el término medio”. Si con antelación nos creemos avocados a los excesos respecto a la alimentación o hemos llevado hábitos no saludables quizá estemos en el momento justo para proponernos un ajuste que nos lleve a la consecución de
una alimentación más equilibrada. Este ejemplo trata de ilustrar que la nutrición no es blanco o negro. No se trata de pendular entre los opuestos. El détox no es lo contrario al exceso. Si lo observamos así ambos conceptos serán puntos recurrentes de un mismo círculo. Cada día se pueden realizar cambios que puede entenderse como una dieta “detox”, pequeños puntos de inflexión para retomar o incorporar nuevos hábitos. La alimentación es uno de los pilares fundamentales para cuidar nuestro cuerpo. Asimismo, sus efectos positivos se multiplicarán si cultivamos otras prácticas diarias tales como un buen descanso nocturno, la práctica de ejercicio físico o un estilo de vida libre de estrés continuo. Para ello, sin ninguna duda, el verano es nuestro mejor aliado.
Fdo: Sara Rivero Gil
Nº Col: MAD00752