La Medicina Integrativa concibe al ser humano como un ser complejo, que además de un cuerpo que a veces se duele y sufre, tiene procesos mentales que pueden también, al alterarse, producir padecimientos. Podríamos decir que en toda enfermedad hay una participación orgánica y hay una participación psíquica. Para eso trabaja nuestro Departamento de Salud Mental.
El abordaje que se plantea desde la medicina integrativa a las llamadas patologías mentales: depresión, neurosis obsesiva, fobias, trastornos de ansiedad y angustia, adicciones a alcohol u otras drogas, trastornos de alimentación como la anorexia y la bulimina, o enfermedades orgánicas con un gran componente emocional, como la hipertensión arterial, colon irritable, el asma, la fibromialgia, la toxicidad química múltiple, etc, es un abordaje multidisciplinar.
La dieta, los hábitos de vida saludables como el ejercicio y la corrección de algunas alteraciones bioquímicas con medicina ortomolecular (sustancias que el propio organismo produce) pueden ser necesarias. A todo esto, añadimos la técnica más avanzada para el abordaje de los procesos mentales; el psicoanálisis. Es un método muy eficaz. En sus comienzos fue llamado «la cura por la palabra», actúa de manera inocua, sin efectos secundarios, ya que no utiliza fármacos, ni ninguna otra medida agresiva para el paciente.
Una máxima de la medicina integrativa afirma que nacimos con dos orejas y una sola boca, porque ésta es la proporción en la que debemos escuchar y hablar. La escucha activa del médico permite que el paciente pueda hablar en total libertad de cuestiones que quizás nunca antes se había atrevido a plantear, ese hecho ya comienza a producir una mejoría en él.
Usted puede consultarnos si se reconoce en alguno de estos síntomas:
• Depresión: Si usted siente tristeza, padece de insomnio, ha dejado de disfrutar de las coas que le gustaban, ha perdido las ilusiones, no tiene apetito, o quizás, por el contrario, come compulsivamente, tiene tendencia al llanto, ha descuidado su aseo personal, etc., es posible que esté deprimido. Un tratamiento correcto de este padecimiento le permitirá recobrar el interés por su propia persona y por el mundo.
• Fobias: Si usted padece un miedo intenso e irracional a los aviones u otros transportes o hacia algunos animales, a los espacios abiertos, a los recintos cerrados con mucha gente, a hablar en público, etc., que producen graves limitaciones en su vida, es muy posible que tenga una fobia. Un abordaje multidisciplinar, incluyendo el psicoanálisis, le permitirá enfrentar el miedo, relativizarlo y finalmente vencerlo para poder realizar una vida sin las limitaciones que impone una fobia.
• Obsesiones y trastorno obsesivo compulsivo: Si sufre de ideas que se le imponen, generalmente contrarias a su moral, que aparecen de manera recurrente, produciendo desagrado al pensarlas, pudiendo sentir que es un ladrón, o una mala persona, o cree que puede hacer daño a algún familiar cercano, o piensa que su orientación sexual es la contraria de la que ha tenido toda su vida, y esto se acompaña además de un gran sentimiento de culpabilidad, padece probablemente de una neurosis obsesiva.
• Trastornos del sueño
• Enfermedades psicosomáticas: Si padece asma, úlcera, hipertensión, alergias, mareos, vértigos, cefalea, fibromialgia, fatiga crónica, colon irritable, o “somatiza” en el afrontamiento de situaciones de estrés, presentando diarrea o aftosis oral frente a exámenes, dolores abdominales o acidez cuando toca hablar en público, cefaleas cuando hay preocupaciones, etc., es evidente que lo que le sucede tiene un gran componente emocional.
• Obesidad infantil, juvenil y del adulto: Si ha realizado cientos de dietas y no consigue adelgazar, o adelgaza per es incapaz de mantener esa bajada de peso, podemos ayudarle. La acción conjunta de nutrición ejercicio y el apoyo mental mejora los resultados de forma permanente.
• Angustia y ansiedad: Quizás usted haya padecido alguna vez un ataque de angustia. Consiste en nerviosismo, palpitaciones, sensación de falta de aire, temblores, a veces vértigo o mareo. También se acompaña en ocasiones del temor a volverse loco o a morir. Se puede presentar como ataques de bulimia, trastornos del sueño o trastornos sexuales.