La Esclerosis Múltiple (EM), es una enfermedad autoinmune de origen desconocido que afecta al sistema nervioso central (SNC) con un componente inflamatorio. Afecta a focos o áreas diversas principalmente a las vainas de mielina de protección degenerándolas y hoy también se conoce que llega a afectar a los axones (neuronas). Estos focos son inflamatorios/desmielinizantes creando diversos síntomas neurológicos que dependen de las zonas afectadas y de la intensidad de los brotes: pueden existir alteración en visión (frecuente que el nervio óptico esté afectado), hay reducción de la fuerza muscular (paresia), dolor o sensaciones inadecuadas (parestesias/disestesias), alteración del habla, reacciones emocionales…
En España EM afecta aproximadamente a 40.000 personas, incrementándose un 3% año. Es de todas las desmielinizantes, la más frecuente, exceptuado las de origen vascular. Es un cuadro crónico que avanza a brotes, pero la evolución es muy individual: hay personas con ritmos evolutivos rápidos, precoces, intensos y otras que sólo tuvieron un brote y no se les reproduce nunca.
Como todo cuadro neuroinflamatorio desconocido son muchos los posibles candidatos a generan el problema o a participar como parte de él: virus como EBV, CMV, VHH…, sustancias químicas o tóxicos medioambientales, agentes bacterianos como Lyme…que pueden haber creado un factor gatillo en una persona predispuesta por carga genética o predisposición individual. El sistema inmune no diferencia entre lo propio y lo externo y reacciona de forma indiscriminada. Sosegar el sistema inmune es esencial en el tratamiento.
Hay otros factores como el déficit de vitamina D (es un cuadro más frecuente en ciertas zonas del planeta como los países nórdicos), y se ha publicado que niveles elevados de vitamina D pueden ser protectores de la enfermedad. Reducir las cargas medioambientales por la potencia neurotoxicidad, el papel del estrés ya sea como desencadenante, lesiones de la mucosa intestinal como síndrome de permeabilidad que permiten paso de sustancias inadecuadas o las relaciones entre intolerancia gluten, caseína, celiaquía, tabaco..En otros casos la presencia de HLA-DRB1 del alelo 15 un marcador vinculado a EM o el papel del óxido nítrico para control de los brotes.
¿Qué hace la Medicina Integrativa en EM?
Busca un enfoque global, no exclusivamente neurológico sino también neuroprotector. Al no conocerse exactamente la causa, la medicina integrativa busca reducir factores que ayuda a los brotes: adecuada nutrición y alimentación (dieta antiinflamatoria), búsqueda y reducción de metales pesados y tóxicos medioambientales. Disminuir las respuestas de sensibilidad inmune y administrar sustancias reconocidas por estudios como neuroprotectores: vitamina D, ácido fólico, metilcobalamina, fosfatidiletanolamina y fosfatidilserina, niveles adecuados de calcio, zinc, selenio cobre, ácido lipoico, niveles correctos de DHEA y progesterona, omega 3… con el fin de disminuir los brotes.
Los procesos neurodegerativos son cuadros componente inflamatorios que afectan a las mitocondrias: la protección mitocondrial y la lucha contra el estrés oxidativo es útil.
La ayuda en programas de fisioterapia y ejercicios físicos adecuados, control del sueño, el apoyo psicológico con técnicas mente-cuerpo adecuadas (meditación por ejemplo, yoga terapéutico, psicoanálisis..) permiten obtener apoyo a las terapias tradicionales, reducir brotes, mejorar la calidad de vida.