El autismo representa un reto para la medicina. es un trastorno del desarrollo neuropsicológico de inicio precoz. Es una de las alteraciones más graves que afectan a la conducta y la comunicación con pautas estereotipadas. Su incidencia está aumentando desde los últimos 20 años con cifras de 60 casos por 10.000 habitantes (mayor prevalencia que el Down, por ejemplo). No hay un acuerdo científico respecto a la causa y a los mecanismos patológicos del autismo, ni hay tratamiento resolutivo. La incorporación del concepto «espectro autista« incluye entidades como el Asperger y el trastorno generalizado de desarrollo. Esto amplia la descripción inicial y permite englobar la gran cantidad de formas, expresiones y matices de la enfermedad.
El rasgo esencial del autismo es la incapacidad de relación con otras personas y con el mundo tal como lo vemos. Todo lo que rompe su soledad (contacto físico, ruidos, movimientos …) le genera tensión al autista y lo sienten como una interferencia. Debemos entender que no hay un autismo sino pacientes con un «espectro autista». Para la medicina integrativa el paciente con espectro autista debe ser tratado de forma global. El autismo/espectro autista, además se presenta como un cuadro de alta resistencia a los tratamientos psicoeducativos y farmacológicos actuales .
Tratamiento del autismo desde la medicina integrativa
- Nutrición adecuada. dieta anticandidas, dieta antidisbiosis. dieta exenta de gluten y caseína
- Tratamiento y reparación del epitelio intestinal: probióticos, reparar pared intestinal por presencia intestino permeable (omega 3, aminoácidos), microinmunoterapia, enzimoterapia. Control de Candias y de bacterias anaerobias.
- Estabilización del sistema inmune: control de las cargas virales
- Mejora y estabilización de neurotransmisores: GABA y otros
- Nutrientes cerebrales: fosfatidilcolina, fosfatidiletanolamina, fosfatidilinositol, dosis adecuadas de DHEA y EPA, vitaminas B6; magnesio o zinc.
- Fitoterapia de apoyo neuroprotectora: Aswaghanda, Eleuterococo senticosus
- Mejora de la función de las mitocondrias: CoQ10
- Regulación de los procesos de oxidación. Uso de antioxidantes como ácido lipoico, vitamina E y C
- Detoxificación hepática: SOD, glutatión, cisteína, molibdeno
- Reducción de la carga de tóxicos mediambientales por quelación
- Técnicas de apoyo psicológico. Técnicas mente-cuerpo
